Las aplicaciones más comunes son el seguimiento de productos en cadenas de abastecimiento, la identificación de pacientes en centros de salud o la identificación de prendas en cadenas de retail y herramientas de alto valor en quirófanos.

También es muy frecuente su utilización en contenedores reutilizables, como herramienta de seguridad (incluyendo control de acceso a edificios) o como método de pago en espectáculos masivos y/o peajes.

La tecnología RFID puede ser utilizada en cualquier ámbito. Desde la trazabilidad de animales como mascotas o alimentos en cadenas de consumo masivo hasta el accionamiento de dispositivos de riego cuando se detecta cierto nivel de sequedad en el suelo.

Puede sonar a respuesta trillada o “argumento comercial” pero verdaderamente las aplicaciones de la tecnología se encuentran limitadas por la imaginación de los usuarios.